domingo, 22 de febrero de 2009

Otra semana y El Mercurio sigue con lo mismo... Cuba

El Mercurio sigue creando opinión, ahora con otra carta de Cuba...
acá va la nueva joyita.

Domingo 22 de Febrero de 2009
Fidel y la oligarquía

Señor Director:

Es ya muy sabido que Fidel Castro expresó recientemente que la oligarquía chilena le arrebató a Bolivia su costa marítima. Parece que el término de oligarquía se lo aplicó a las empresas chilenas que trabajaban la riqueza del salitre, poco antes de que estallara la guerra que dejó a Bolivia sin mar. De la aplicación de ese término peyorativo por el señor Castro se deriva una impactante conclusión.

Creo que para la mayoría de nosotros los chilenos, esos compatriotas nuestros fueron personas meritorias, trabajadoras, emprendedoras, lo contrario a holgazanes. Opuestamente, para la filosofía castrista esos compatriotas nuestros no fueron meritorios, sino oligarcas repudiables. ¿Por qué? La única respuesta lógica parece ser debido a que fueron trabajadores independientes. Para mayor precisión, busqué en el muy conocido diccionario Larousse la definición de oligarquía y encontré la siguiente: "Régimen político en que el poder está controlado por un pequeño grupo o clase de individuos privilegiados; conjunto de esas personas". Ante esta definición, ¿quién podrá decir que no resulta jocoso que Fidel Castro les aplique este término a terceros?

viernes, 20 de febrero de 2009

Cardemil y los cucos!!!

El Honorable diputado Cardemil, el mismo que no decía los computos del 5 de octubre y que se ha dedicado a escribir temas campesinos... hace su aporte a este sitio, con otra joyita del viaje. Llegué a llorar al leer esta arenga... le falta al final gritar Viva Chile!!!! (el énfasis es mío).

Señor Director:

Espero que la opinión pública haya aprendido la bochornosa lección propinada por Castro en La Habana. El socialismo sudamericano duro es visceralmente antichileno, y por razones de internacionalismo proletario o ingenuidad americanista, buena parte del izquierdismo chileno -incluidos senadores, diputados, funcionarios públicos y dirigentes políticos- no tendría problema alguno en aceptar cesiones territoriales a Perú y Bolivia para reparar presuntos errores históricos.

Lo digo porque uno lo advierte claramente en los pasillos del Congreso.

A la arremetida de Castro, Morales y Chávez -envalentonados los dos últimos con sus éxitos electorales, y el primero con las peregrinaciones a Cuba- se sumará en marzo la presentación peruana ante La Haya, que planteará, sin duda, reivindicaciones marítimas y territoriales a costa nuestra.

En este difícil momento internacional en que los últimos gobiernos concertacionistas nos han colocado, confío en que la Alianza, la DC y sectores patriotas de la Concertación hagan primar el interés nacional por sobre los devaneos ideológicos, y den una señal clara acerca de la nula posibilidad existente de que el Congreso de la República apruebe renuncia alguna a la soberanía del suelo, el aire y el mar que hemos recibido como patrimonio de nuestros antepasados y debemos entregar mejorado a las generaciones futuras.

Alberto Cardemil
Diputado

jueves, 19 de febrero de 2009

¡¡¡Una orgullosa de salir con Pinochet!!!

A proposito del famoso viaje frustrado de Pinochet a Filipinas, donde le dieron el portazo en la cara... una de las señoras que fue al "histórico viaje", la esposa del canciller Cubillos (que después le dieron la PLR por el bochorno) nos cuenta su experiencia... y que no le tiraron caca, como dijo el ministro Vidal... y después los recibieron triunfalmente en Chile... siempre que me cuentan eso me sigo riendo.... bueno esto cuenta ella... en El Mercurio...

Señor Director:

A mucha honra tengo el haber sido parte de la comitiva que acompañó en marzo de 1980 al entonces Presidente de la República, don Augusto Pinochet U., siendo yo la señora del ministro de Relaciones Exteriores, don Hernán Cubillos S.

Una vez más, las destempladas declaraciones del ministro Francisco Vidal no hacen más que ahondar odios y divisiones ya tan antiguas. Quisiera aclararle además al ministro que estando en el lugar mismo del aterrizaje en Fidji, jamás se cayó en la grosería que él comenta; sí hubo manifestaciones, pero nunca al nivel vulgar que él quiere darle. Además, quisiera recordarle que a nuestra vuelta tuvimos la manifestación de apoyo más multitudinaria de todos esos años, con participación de mucha gente, ya que era a nuestro país al que se hería en su orgullo.

Tengo respeto por la Presidenta Sra. Michelle Bachelet, y siento lo que sucedió con el tan comentado viaje a Cuba, ya que nos hace mal a todos; pero no tengo dudas de que comentarios como los de su ministro señor Vidal ¡nos hacen aún peor!

El Mercurio



miércoles, 18 de febrero de 2009

El Mercurio y Cuba ¿Y dele con lo mismo?

El Mercurio sin duda está ensañado con el viaje de Bachelet, todos los días coloca noticias del encuentro...
acá va otro de los febriles comentarios

Gracias, Fidel

Gonzalo-Rojas.gif

Qué bueno ha sido Fidel, que le ha recordado a todo Chile una serie de lecciones que ya comenzaban a olvidarse. Siempre pedagogo, siempre magistral, el líder de la agonizante revolución ha escrito una de sus mejores columnas finales.

Ante todo, lo notable es que pueda aún hacerlo. Convertido en un pellejo enfundado en Adidas, Castro mantiene viva la tradición de los grandes dictadores del marxismo, que nunca se han resignado a dejar el poder. No jubilan, porque encarnan divinidades que deben conducir a sus pueblos a esa tierra prometida a la que jamás se llega. En ellos resulta evidente que no es el proletariado el que se autogobierna, sino que son sus nomenclaturas las que lo administran.

Por eso Lenin, ya hemipléjico y en silla de ruedas, seguía enviando instrucciones al Comité Central; por eso Stalin, en el lecho de muerte, levantó un dedo -eso le bastaba- para dejar en claro que "aquí mando yo"; por eso Mao, ya anciano, se hizo fotografiar bañándose en el Yangtsé, para afirmar su vitalidad como conductor; por eso los líderes norcoreanos, momias sonrientes, han mantenido la opresión con mano firme. Y Castro no iba a ser menos: ya no soy el Jefe de Estado, pero soy Fidel. ¿Y el pueblo? Por definición, sigue a su líder.

También siguió al carismático conductor una extranjera de paso. Lo fue a ver apurada, ansiosa, leal. Pero él le recordó, con su columna y apenas pocas horas después, que no existe la lealtad en los procesos revolucionaros, que sólo vale lo que sirve a la causa del pueblo. Durante la entrevista, seguramente ella lo miró con la misma cara embelesada que tenían los curas socialistas sentados a sus pies en ese lejano Chile de 1971. Pero a Fidel no le vienen con caritas: para él era mucho más importante cambiar el eje de la post visita, desde las impresiones sobre Cuba a una disputa entre Chile y Bolivia. Todos hablando del mar, nadie de las cárceles isleñas. Mira si no sabrá el barbudo de estrategia y táctica, después de 60 años de luchas, inauguradas a fines de los 40 con su participación en el bogotazo.

Y así, de pasada, dejaba también en claro qué tipo de revolucionarios prefiere: los indigenistas, los chavistas, los populistas, los nuevos barbones; con su columna, Fidel ha venido también a recordarnos a todos que entre dos estilos de izquierdistas, el castrismo no se pierde: a los aburguesados les pasará la cuenta, y a los desatados les abrirá crédito.

Navarro sonríe y abre las manos.

¿Otras lecciones? Sí, un par más. Por una parte, la persistencia en el castrismo de la búsqueda y acentuación del conflicto. Para Fidel, ojalá Bolivia y Chile se enfrasquen de nuevo en disputas territoriales, porque nada bueno puede cosechar el marxismo en sociedades estabilizadas y pacíficas, mientras que a mar revuelto, ganancia de agitadores. Y, por otra, el internacionalismo: no hay gobernantes amigos, no hay gobiernos amigos, sólo hay escenarios en los que se plantean fuerzas amigas y, al frente, sectores enemigos y reaccionarios. Porque si Chile puede caer próximamente en manos de la reacción capitalista -ha pensado Fidel-, con mayor razón conviene comenzar a preparar una de las tantas acciones en contra de ese eventual gobierno.

Teillier afirmó que no conocía cubano alguno que hubiese tenido que tragarse la lengua. Justamente el que se la ha cortado a miles, Fidel, la usó como estilete en su notable columna, para recordar que por la razón, por la verdad y por la moral, el castrismo está vivo y decidido a actuar en toda América a través de la piel renovada del chavismo; y, de pasadita, por cierto, Castro dejó en claro que en esos planes el actual gobierno de Chile no es su aliado; sólo es comparsa.

La hiciste una vez más, chico. Gracias, Fidel.

¿EDITOR DE CULTURA?